Es posible encontrar esta relación en diversas
obras de la arquitectura y el arte. Por ejemplo, el Hombre de
Vitruvio, dibujado porLeonardo Da
Vinci y considerado un ideal de belleza, está proporcionado
según el número áureo. ¿Cuál es el origen y la importancia de este valor
matemático?
El número áureo -a menudo llamado número dorado, razón áurea,
razón dorada, media áurea, proporción áurea o divina proporción- también posee
muchas propiedades interesantes y aparece, escondido y enigmático, en los
sitios más dispares.
El número áureo también está “emparentado” con la serie de Fibonacci. Esto lo relaciona de una forma muy especial con la naturaleza, ya que como hemos visto antes, la serie de Fibonacci aparece continuamente en la estructura de los seres vivos. El número áureo, por ejemplo, relaciona la cantidad de abejas macho y abejas hembras que hay en una colmena, o la disposición de los pétalos de las flores. De hecho, el papel que juega el número áureo en la botánica es tan grande que se lo conoce como “Ley de Ludwig”. Quizás uno de los ejemplos más conocidos sea la relación que existe en la distancia entre las espiras del interior espiralado de los caracoles como el nautilus. En realidad, casi todas las espirales que aparecen en la naturaleza, como en el caso del girasol o las piñas de los pinos poseen esta relación áurea, ya que su número generalmente es un término de la sucesión de Fibonacci.
El número áureo también está “emparentado” con la serie de Fibonacci. Esto lo relaciona de una forma muy especial con la naturaleza, ya que como hemos visto antes, la serie de Fibonacci aparece continuamente en la estructura de los seres vivos. El número áureo, por ejemplo, relaciona la cantidad de abejas macho y abejas hembras que hay en una colmena, o la disposición de los pétalos de las flores. De hecho, el papel que juega el número áureo en la botánica es tan grande que se lo conoce como “Ley de Ludwig”. Quizás uno de los ejemplos más conocidos sea la relación que existe en la distancia entre las espiras del interior espiralado de los caracoles como el nautilus. En realidad, casi todas las espirales que aparecen en la naturaleza, como en el caso del girasol o las piñas de los pinos poseen esta relación áurea, ya que su número generalmente es un término de la sucesión de Fibonacci.
Este número también aparece con mucha frecuencia en el
arte y la arquitectura. Por algún motivo, las figuras que están “proporcionadas”
según el número áureo nos resultan más agradables. Aunque recientes
investigaciones revelan que no hay ninguna prueba que conecte esta proporción
con la estética griega, lo cierto es que a lo largo de la historia se ha
utilizado para “embellecer” muchas obras. Por ejemplo, el uso de la
sección áurea puede encontrarse en las principales obras de Leonardo Da Vinci. Es
bien conocido el interés de Leonardo por la las matemáticas del arte y de la
naturaleza, y esta proporción no le era indiferente.
También el rostro de la Mona Lisa encierra un “rectángulo dorado” perfecto. Obviamente, Leonardo no fue el único en utilizar esta proporción en su obra. Miguel Ángel, por ejemplo, hizo uso del número áureo en la impresionante escultura El David, desde la posición del ombligo con respecto a la altura, hasta la colocación de las articulaciones de los dedos.
La arquitectura no es ajena a este valor matemático. La relación entre las partes, el techo y las columnas del Partenón de Atenas, por ejemplo, también se relacionan mediante el número áureo.
También el rostro de la Mona Lisa encierra un “rectángulo dorado” perfecto. Obviamente, Leonardo no fue el único en utilizar esta proporción en su obra. Miguel Ángel, por ejemplo, hizo uso del número áureo en la impresionante escultura El David, desde la posición del ombligo con respecto a la altura, hasta la colocación de las articulaciones de los dedos.
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